01 marzo 2010
ZP el dictador - II
POLÍTICA EXTERIOR
Las deriva aislacionista desencadenada por la decisión de Zapatero de volver la espalda a EE.UU. rescata los peores prejuicios de la política exterior franquista. Al igual que Franco, Zapatero da la impresión de pensar que España puede retirarse al interior de una concha, lejos de los problemas del mundo. El rebrote del antiamericanismo, además, evoca los días de Franco. Es una ilusión especialmente peligrosa en el mundo de hoy, en el que el extremismo amenaza a todas las democracias por igual, que los países puedan considerarse a resguardo del fuego terrorista sin la colaboración de quienes dirigen la lucha contra ellos.
LEY DE ENSEÑANZA
Más de un millón y medio de personas se concentraron en Madrid contra la Ley Orgánica de Educación (LOE). Sin embargo, el dictador Rodríguez siguió adelante con su reforma a pesar de incumplir su promesa de elaborar una reforma de acuerdo con toda la comunidad. La reforma desconoce derechos y libertades reconocidos en la Constitución, el derecho a la gratuidad en los niveles básicos y obligatorios, el derecho de los padres a elegir colegio o el de los colegios privados a recibir fondos públicos, pero nada de ello importa al dictador Rodríguez que ignora lo que verdaderamente es una demanda mayoritaria de la sociedad.
ESTATUTOS DE AUTONOMÍA
Para cualquier político extranjero o nacional decente, resulta incompresible, escandaloso y perseguible por la justicia que aquel a quien se entregó la llave de la unidad nacional para que la protegiera y custodiara sea precisamente quien la entrega a los que pretenden repartirse la nación, única e indivisible según la Constitución. Que sea el presidente español quien fomente y despierte a los separatismos antiespañoles, alentando y abriendo vías para un estatuto que impida al Estado español tomar decisiones que afecten a la región pero que permita a la región participar y vetar las decisiones nacionales, es tan aberrante que no llega a comprenderse la actuación del presidente Rodríguez, promotor de todo aquello que está vaciando de contenido y competencias a la institución que preside.
Y naturalmente, todo ello contra la voluntad nacional y en el mejor estilo de los dictadores que le sirven de ejemplo.
MATRIMONIO HOMOSEXUAL
Otra de las imposiciones dictatoriales del presidente Rodríguez fue la ley del matrimonio homosexual que justificaban como una demanda mayoritaria de la sociedad, pero lo que el dictador Rodríguez y su lugarteniente Fernández de la Vega han estado afirmando que era “una demanda generalizada”, como si a la mayoría ciudadana les preocupara el tema o ello fuera una de las prioridades de los españoles, se demuestra ahora que no era sino una de tantas descaradas mentiras de esos personajes en busca de votos y un capricho personal dada la condición homosexual de la vicepresidenta que por fin ha podido casarse con su pareja femenina, según puede leerse en Internet, aunque, eso sí, en secreto por aquello del bochorno.
Pero, en fin, se casen o no, una vez más nos han mentido y nos han impuesto dictatorialmente y nos han adjudicado un interés en el tema que sólo lo tenían ellos.
PAPELES PARA TODOS
Tratando de poner a su favor a un amplio paquete de futuros votantes, el dictador Rodríguez ha querido dar papeles para todos como primer paso para reconvertir a los inmigrantes ilegales en estómagos agradecidos desoyendo opiniones desde todos los sectores nacionales y europeos sobre las repercusiones de semejante irresponsabilidad y del efecto masivo de llamada que iba a provocarse. Hoy, después de la regularización de un millón de ilegales tenemos otro millón de ilegales imposible de devolver a sus lugares de origen, salvo algunas docenas que sirven para justificarse.
La inmigración descontrolada que llega diariamente a cientos ha hecho saltar la alarma social hasta el punto de que la inmigración está considerada como uno de los tres principales problemas de España, junto con el paro y el terrorismo, pero lo que el dictador Rodríguez nos impuso ya no tiene vuelta atrás.
Continuará...
Las deriva aislacionista desencadenada por la decisión de Zapatero de volver la espalda a EE.UU. rescata los peores prejuicios de la política exterior franquista. Al igual que Franco, Zapatero da la impresión de pensar que España puede retirarse al interior de una concha, lejos de los problemas del mundo. El rebrote del antiamericanismo, además, evoca los días de Franco. Es una ilusión especialmente peligrosa en el mundo de hoy, en el que el extremismo amenaza a todas las democracias por igual, que los países puedan considerarse a resguardo del fuego terrorista sin la colaboración de quienes dirigen la lucha contra ellos.
LEY DE ENSEÑANZA
Más de un millón y medio de personas se concentraron en Madrid contra la Ley Orgánica de Educación (LOE). Sin embargo, el dictador Rodríguez siguió adelante con su reforma a pesar de incumplir su promesa de elaborar una reforma de acuerdo con toda la comunidad. La reforma desconoce derechos y libertades reconocidos en la Constitución, el derecho a la gratuidad en los niveles básicos y obligatorios, el derecho de los padres a elegir colegio o el de los colegios privados a recibir fondos públicos, pero nada de ello importa al dictador Rodríguez que ignora lo que verdaderamente es una demanda mayoritaria de la sociedad.
ESTATUTOS DE AUTONOMÍA
Para cualquier político extranjero o nacional decente, resulta incompresible, escandaloso y perseguible por la justicia que aquel a quien se entregó la llave de la unidad nacional para que la protegiera y custodiara sea precisamente quien la entrega a los que pretenden repartirse la nación, única e indivisible según la Constitución. Que sea el presidente español quien fomente y despierte a los separatismos antiespañoles, alentando y abriendo vías para un estatuto que impida al Estado español tomar decisiones que afecten a la región pero que permita a la región participar y vetar las decisiones nacionales, es tan aberrante que no llega a comprenderse la actuación del presidente Rodríguez, promotor de todo aquello que está vaciando de contenido y competencias a la institución que preside.
Y naturalmente, todo ello contra la voluntad nacional y en el mejor estilo de los dictadores que le sirven de ejemplo.
MATRIMONIO HOMOSEXUAL
Otra de las imposiciones dictatoriales del presidente Rodríguez fue la ley del matrimonio homosexual que justificaban como una demanda mayoritaria de la sociedad, pero lo que el dictador Rodríguez y su lugarteniente Fernández de la Vega han estado afirmando que era “una demanda generalizada”, como si a la mayoría ciudadana les preocupara el tema o ello fuera una de las prioridades de los españoles, se demuestra ahora que no era sino una de tantas descaradas mentiras de esos personajes en busca de votos y un capricho personal dada la condición homosexual de la vicepresidenta que por fin ha podido casarse con su pareja femenina, según puede leerse en Internet, aunque, eso sí, en secreto por aquello del bochorno.
Pero, en fin, se casen o no, una vez más nos han mentido y nos han impuesto dictatorialmente y nos han adjudicado un interés en el tema que sólo lo tenían ellos.
PAPELES PARA TODOS
Tratando de poner a su favor a un amplio paquete de futuros votantes, el dictador Rodríguez ha querido dar papeles para todos como primer paso para reconvertir a los inmigrantes ilegales en estómagos agradecidos desoyendo opiniones desde todos los sectores nacionales y europeos sobre las repercusiones de semejante irresponsabilidad y del efecto masivo de llamada que iba a provocarse. Hoy, después de la regularización de un millón de ilegales tenemos otro millón de ilegales imposible de devolver a sus lugares de origen, salvo algunas docenas que sirven para justificarse.
La inmigración descontrolada que llega diariamente a cientos ha hecho saltar la alarma social hasta el punto de que la inmigración está considerada como uno de los tres principales problemas de España, junto con el paro y el terrorismo, pero lo que el dictador Rodríguez nos impuso ya no tiene vuelta atrás.
Continuará...