01 marzo 2010

ZP, el más débil


Como buen payaso, sonríe a pesar de la tragedia.


Si hacemos buenos los argumentos que hicieron ganar las elecciones a ZP y que nos repitieron contra toda legalidad durante la jornada de reflexión, los atentados del 11-M fueron en venganza por nuestra participación en la guerra de Irak.

Si esto es así, no hay que olvidar que fue precisamente ZP quien nos puso en el punto de mira del terrorismo musulmán. Las reiteradas y vehementes manifestaciones del PSOE, contrarias al envío de tropas españolas a Irak y las campañas del “No a la guerra”, las más exaltadas e intensas de toda Europa, llevaron a los terroristas al convencimiento de que España era el país que más fácilmente podría utilizarse para abrir brecha en la coalición.

La partidista iniciativa del PSOE, proclive a traicionar a la coalición, fue la que decidió a los terroristas por atentar en nuestro país. No cabe duda que lo de Atocha se lo debemos a Zapatero antes que a Aznar. Los islamistas radicales ya vieron la evidente debilidad de nuestro sonriente político y actuaron en consecuencia para aprovechar su estúpida irresponsabilidad.

Las tropas fueron retiradas de Irak para ser enviadas a Afghanistán, el lugar más peligroso del mundo dominado por los fundamentalistas islámicos y los señores de la droga y naturalmente, mientras en Irak habían sido enviados a la guerra, a Afghanistán iban en misión de paz. Mantener esta postura ha costado muertes dado que ni nuestros soldados iban preparados para la guerra y ni siquiera se les permitía disparar más que en estricta defensa propia para salvar la vida ya que eso es lo único que podía comprometer a ZP y su discurso.

Ante la evidencia de que nuestros soldados están envueltos en una guerra y que son objeto de ataques talibanes, se han apresurado a conseguir equipos que protegieran sus vidas. Vehículos anti-minas, inhibidores de frecuencia para evitar la detonación de minas a distancia y otros equipos ligeros para evitar más muertes que desmientan la cacareada "misión de paz", aunque todo ello hubiera quedado resuelto con el envío de material de guerra −carros de combate, medios aéreos de ataque, etc. como disponen otros países− que no se ha querido enviar. Y nunca mejor dicho lo de cacareada porque nuestros soldados salieron de Irak en medio de los soldados de otros países que hacían la gallina en honor a los nuestros.

Pero la realidad se impone. Nuestro ejército cada vez está más replegado en los alrededores de su base, lo cual es aprovechado por los talibanes para irse infiltrando en el sector asignado a los españoles, que cuando sufren una emboscada no arriesgan, rehuyen el combate, se parapetan y esperan a que llegue la aviación para poder huir. Una de las últimas emboscadas les fue tendida en el centro del pueblo de Siahvashan, a unos ocho kilómetros al Este de la Base de Herat y que obligó a los españoles a combatir y parapetarse durante más de cuatro horas y media antes de poder abandonar el pueblo bajo cobertura de helicópteros italianos. Fuentes de Defensa explicaron que la operación se prolongó tanto tiempo por las malas condiciones meteorológicas y porque primaron las medidas de seguridad para evitar bajas. Según parece, la orden debe ser agachar la cabeza y esperar a que lleguen a rescatarlos, no vaya a ser que alguno resulte herido y ZP deba dar explicaciones sobre su "misión de paz". Porque una cosa es protegerse para evitar las bajas y otra muy distinta la inoperancia.

La emboscada demuestra la proximidad de los insurgentes con las posiciones españolas. Hasta tal punto es así que el Ejército afgano ha advertido de posibles infiltraciones de terroristas talibanes en la provincia de Bagdhis, entre 500 y 550 terroristas, precisamente donde las tropas españolas están dirigiendo trabajos de reconstrucción y repartiendo flores por orden de la ministra Chacón, titular de Defensa y pacifista antiespañola que se manifestó en apoyo del titiritero de "la puta España".

La razón de estos movimientos hacia el sector español se justifica por la presión de los soldados británicos y el despliegue de más fuerzas americanas en el sur. Sin embargo, como en el caso de los atentados del 11-M, es muy probable que los terroristas hayan decidido que es aquí donde en lugar de tropas de combate lo que hay son fuerzas de paz, algo así como el Ejército de Salvación, con instrucciones de hacer el bien a nuestros hermanos musulmanes que nos atacan porque se les provoca.

Y no es broma. ZP pontifica sobre las causas del terrorismo dogmatizando que el terrorismo es consecuencia de la injusticia en el mundo. Según quien llegó a presidente gracias al terrorismo, hay que "hacer un esfuerzo para comprender las causas que facilitan la propagación del fanatismo y el apoyo al terrorismo". No se pueden ignorar –añade– los conflictos que azotan el mundo y que pueden ser el germen de una respuesta violenta, ni las "enormes" desigualdades que dividen a las sociedades. "No es realista aspirar a la paz y la estabilidad en un mar de injusticia universal". El presidente por accidente asume el discurso de la izquierda más analfabeta y sostiene, con burda simpleza, que el terrorismo procede de la miseria.

El terrorismo no nace de la pobreza, sino del fanatismo y del odio. Está alimentado por extremismos religiosos, étnicos y nacionalistas. Quien es capaz de morir si con ello provoca el mal de otros semejantes, arrancando la vida a personas humildes, no pretende la erradicación de la pobreza. Simplemente, le impulsa el odio y su objetivo es causar el mal.

Rodríguez ha vuelto a repetir a los terroristas su mensaje con ocasión de la guerra de Irak: Los terroristas –llamados “la resistencia” por ZP– están legitimados para defender a su país de la invasión extranjera, incluidas las tropas españolas “de ocupación” y ahora vuelve a justificar el terrorismo global. La culpa no es de los terroristas sino de nosotros, que les estamos dando motivos. Con semejantes razonamientos, quiérase o no, se está justificando el terrorismo islámico.

Empecinado como está en mantener que nuestra misión en Afghanistán es de paz, con unas Fuerzas Armadas amordazadas y maniatadas (que merecen mejores políticos y menos mandos sometidos al partido) y con sus discursos para indocumentados, ZP es el "lider" (?) más débil de todos cuantos han enviado tropas a Afghanistán. Y atentos: Lo próximo que veremos es que España levanta su base en Herat y se la lleva a otro lado. Todo antes que aceptar que estamos en zona de guerra y aunque estemos huyendo todo el tiempo para vergüenza de todos, menos de los sinvergüenzas que nos desgobiernan.

Por eso no es de extrañar que los talibanes opten por refugiarse en la zona española, donde campan a sus anchas y pueden hostigarnos sin temor a un contraataque.

Y es que ZP es tan lerdo que no para de darles pistas sobre lo que han de hacer. Igualito, igualito que el 11-M.

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