01 marzo 2010

ZP y los impuestos


Las mentiras, los mentirosos y los “medios de confusión”.
Con nuestros impuestos subvencionan y hacen ricos
a sus lameculos.


El 18 de junio de 2009, el presidente Rodríguez descartaba nuevas subidas de impuestos y así lo proclamaba a los cuatro vientos la prensa del Movimiento. Pero ZP mentía. Dos meses después anuncia una subida de impuestos a la mayoría de los contribuyentes, a la clase media.

Rodríguez y su ministra multiusos Salgado, aprendiz de todo y maestra de nada, se han demostrado totalmente incompetentes a nivel político y técnico para afrontar cuestiones económicas más allá de las que competen a una ama de casa. A la vista está que el Ministerio de Economía y Hacienda de la nación le viene grande a Elena Salgado y que, junto con su inepto presidente, andan improvisando medidas totalmente ineficaces e inadecuadas. Cuatrocientos euros para los parados sin prestaciones a partir de ahora, olvidándose de los que llevan meses sin recurso alguno, son parches costosísimos que sólo ayudan a unas cinco mil personas entre cinco millones de parados.

Agotados por despilfarro todos los recursos del Estado –la suma de las cantidades regaladas dentro y fuera de España para subvencionar cuestiones y amigos impresentables es de escándalo– ahora ya únicamente queda subir los impuestos para recaudar dinero y financiar su política de subvenciones. Dinero que seguirá siendo derrochado con improvisación y sectarismo, cuando no para pagar chantajes nazionalistas.

El ministro de Fomento, José Blanco, el inmoral farsante que debía dar ejemplo pero que tiene un ático de lujo en las Islas Cíes, dentro de la zona marítimo-terrestre, en un lugar protegido no urbanizable y donde antes había un pinar, con toda la desfachatez y caradura que le caracteriza adelantaba la intención del Gobierno sobre los impuestos, para recular unas horas más tarde echando mano de la manida justificación de los socialistas que meten la pata: “Se trata de una reflexión personal”. Ya hemos oído eso otras veces. Carmen Calvo –inolvidable menistra de Cultura– utilizó el argumento cuando anunció su intención de bajar el IVA sobre los libros, pero cuando fue desmentida y se enteró de que no tenía competencias para ello ya que correspondía a organismos europeos, lo justificó diciendo que se trataba sólo de “la expresión de un deseo”.

El gran tiburón Blanco, con gran cinismo decía, "Soy partidario de ayudar a los que más lo necesitan y si para ayudar a los que más lo necesitan en momentos de dificultad los que tienen más recursos tienen que apretarse el cinturón, habrá que decirlo con claridad a la sociedad". Consideró que si es necesario elevar determinados impuestos a las personas que tienen más renta para garantizar políticas sociales e inversión pública "habrá que hacerlo". Esa misma tarde, el ministro Blanco quiso recular, y aclaró que lo que había dicho sobre una futura subida de impuestos en la entrevista se trataba únicamente de una "reflexión personal". Pero estaba decidido aunque anunciado prematuramente.

Rodríguez volverá a llenar la bolsa gracias a exprimir a las clases trabajadoras y no a las rentas más pudientes ya que, a la hora de la verdad, quienes van a salir perdiendo son las personas con renta media o media-alta, puesto que es mucho más fácil, rápido y seguro para el Fisco controlar y recaudar el dinero de aquellos trabajadores que cobran una nómina.

Zapatero ha endeudado al Estado hasta límites insoportables y el déficit público marcará a final del año 2009 un registro histórico en el entorno del 10% según los crispadores de derechas (La realidad ha sido peor. 2009 ha terminado con un 11,4% de déficit público). El Pacto de Estabilidad de la UE obliga a que los países no superen el 3% en 2012". España ya ha alcanzado la tasa histórica del IPC más negativa de su historia confirmando la línea de crecimiento negativo de nuestra economía, que tardará años en volver a crecer si continúa la ausencia de medidas del Gobierno para impedirlo. De este modo, España entra oficialmente en deflación (bajada generalizada de los precios y aumento del valor del dinero), tras registrar dos trimestres consecutivos con IPC negativo.

Sin embargo, lo que en principio parece favorable para el bolsillo de los ciudadanos –bajada generalizada de precios– resulta fatal para las empresas que han de proporcionarles trabajo ya que se trata de un círculo que ha de mantener un cierto equilibrio. Ninguna empresa puede subsistir vendiendo a bajo precio o por debajo de sus costos.

Tenemos a un “Gobierno” –adjetivo que corresponde a los que gobiernan y que por ello habrá que empezar a llamarlo de otra forma– que improvisa y divaga todos los días según convenga, aunque se contradigan. En 2003, cuando el PP estaba en el gobierno y habló de una bajada de impuestos, Rodríguez Zapatero se apresuró a decir que «bajar los impuestos es de izquierdas» para con ello hacer creer a la gente que Aznar copiaba de la izquierda y hacer parecer incongruente al partido del Gobierno. Ahora, desde el Gobierno, el ministro socialista de Industria, Miguel Sebastián, dice que «subir los impuestos es de izquierdas», para así hacer parecer que la nueva subida es una medida progresista cuando no pasa de inadecuada y contraproducente.

Los cargos públicos socialistas –sería más apropiado llamarlos “cargas públicas”– parten de la premisa de que la gente es idiota y mienten sin recato a través de los “medios de confusión”, pues saben que la ciudadanía desmemoriada o ignorante además de aborregada, les va a dar la razón y todo lo más la indiferencia y el no querer saber nada. Allá ellos porque también el desastre les alcanzará.

La banda dirigente nos cuenta –que viene de “cuento”– que suben los impuestos para "mantener la ayuda a los más desfavorecidos" y que el Estado pueda "garantizar la calidad de vida" de los españoles y añaden con todo desparpajo y desverguenza, que el incremento en los impuestos "va a beneficiar a la inmensa mayoría de los ciudadanos" porque el Estado podrá seguir "asistiéndolos”. Y lo dicen como si ellos no tuvieran responsabilidad alguna en la mala administración sufrida hasta la fecha y en la profundidad de la crisis en que nos han sumido.

Piden ahora a los españoles que se aprieten el cinturón, pero ninguna administración –ni el Estado, ni las autonomías, ni los ayuntamientos– ha predicado con el ejemplo ajustando sus partidas de gasto. Todo lo contrario, han derrochado en plena crisis un dinero que ahora no tienen para ayudar eficazmente a los cada día más necesitados. Enjugar ese colosal desequilibrio, necesario por salud económica pero también por imperativo de Bruselas, sólo puede hacerse mediante un drástico ajuste en el gasto que no vemos por ninguna parte, que debía ser fruto de una asignación de partidas excluyente de todo lo accesorio y superfluo. Mirando la peseta, que dicen en mi pueblo y que los gays y lesbianas de Zimbawe se esperen.

Hay países de nuestro entorno, como Francia y Alemania, que ofrecen síntomas claros de recuperación mientras España permanece varada y lejos de cifras de crecimiento en positivo, hasta el punto de haber entrado oficialmente en deflación mientras otros países como Corea del Sur ya han salido de la crisis.

Y ¿saben Vds. como justifican el hecho de que en España la crisis sea más profunda y dure más? Pues tan fácilmente como que la crisis llegó antes a esos otros países que ya remontan.

Decía antes que los socialistas gobernantes parten de la premisa de que la gente es idiota. No me cabe duda que media España lo es, pero se olvidan que también hay gente capaz y profesionalmente preparada que pueden criticar y discutir sus “medidas” y echar abajo sus argumentos. Lo que pasa es que a estos los desacreditan tachándolos de demagogos e insolidarios.

Lo acaban de hacer con Rajoy mientras media España ya empieza a pensar que, efectivamente, son unos idiotas por haberle dado su voto a Rodríguez.

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