01 marzo 2010
ZP el dictador - IV
EL DICTADOR RODRÍGUEZ
Recordando una de sus primeras declaraciones, en la que José Luis Rodríguez Zapatero aseguraba que su Gobierno respetaría la Constitución, habrá que explicarle ahora que ésta no sólo se limita a las cuestiones territoriales, sino que también debe respetarse en lo que a las cuestiones fundamentales afecta: derecho a la vida, protección de la familia, derecho de los padres a determinar el ideario educativo de sus hijos, protección de la infancia y la juventud, integridad territorial, símbolos, etc.
De este modo, cuando un Gobierno soportado por sólo 164 diputados, logrado con el 42 % de los votos válidos emitidos, que suponen únicamente el 27% de los ciudadanos españoles, impone sus condiciones al 73% restante de la nación sin previa consulta ni debate parlamentario, sin duda nos encontramos ante una dictadura por muchos apoyos que tenga de otros grupos políticos.
Sólo hay democracia cuando las decisiones están respaldadas por la voluntad popular mayoritaria, pero cuando se imponen las creencias y orientación personal del jefe del Gobierno – al estilo de Castro o Mao – ignorando los deseos ciudadanos, la democracia ha quedado secuestrada por la dictadura aunque exhiba algunas de sus apariencias formales para mantener el engaño.
Este despreciable dictador de nuevo cuño marxista no ha tomado ni una sola medida efectiva para solucionar las preocupaciones sociales más importantes en materia, por ejemplo, de vivienda, paro, terrorismo, justicia, violencia de género, nivel educativo, agua para todos o estabilidad presupuestaria. Está volcado en volver atrás como si no hubieran perdido la guerra civil y en reponer las mismas condiciones que existían entonces. Quiere borrar desde Franco para acá y continuar como si ese periodo de nuestra Historia no hubiera existido. El infame dictador Rodríguez quiere devolvernos a la II República en contra de la voluntad de los españoles e ignorando cuanto se ha conseguido con el olvido y la colaboración de todos.
El «dictador Rodríguez» –admirador y amigo de los demás dictadores del mundo– deberá ser llamado así desde ahora.
La dictadura ha vuelto, pero ahora es peor, antes llegó para defender a España y ahora es contra ella y todos cuantos nos sentimos españoles.
Recordando una de sus primeras declaraciones, en la que José Luis Rodríguez Zapatero aseguraba que su Gobierno respetaría la Constitución, habrá que explicarle ahora que ésta no sólo se limita a las cuestiones territoriales, sino que también debe respetarse en lo que a las cuestiones fundamentales afecta: derecho a la vida, protección de la familia, derecho de los padres a determinar el ideario educativo de sus hijos, protección de la infancia y la juventud, integridad territorial, símbolos, etc.
De este modo, cuando un Gobierno soportado por sólo 164 diputados, logrado con el 42 % de los votos válidos emitidos, que suponen únicamente el 27% de los ciudadanos españoles, impone sus condiciones al 73% restante de la nación sin previa consulta ni debate parlamentario, sin duda nos encontramos ante una dictadura por muchos apoyos que tenga de otros grupos políticos.
Sólo hay democracia cuando las decisiones están respaldadas por la voluntad popular mayoritaria, pero cuando se imponen las creencias y orientación personal del jefe del Gobierno – al estilo de Castro o Mao – ignorando los deseos ciudadanos, la democracia ha quedado secuestrada por la dictadura aunque exhiba algunas de sus apariencias formales para mantener el engaño.
Este despreciable dictador de nuevo cuño marxista no ha tomado ni una sola medida efectiva para solucionar las preocupaciones sociales más importantes en materia, por ejemplo, de vivienda, paro, terrorismo, justicia, violencia de género, nivel educativo, agua para todos o estabilidad presupuestaria. Está volcado en volver atrás como si no hubieran perdido la guerra civil y en reponer las mismas condiciones que existían entonces. Quiere borrar desde Franco para acá y continuar como si ese periodo de nuestra Historia no hubiera existido. El infame dictador Rodríguez quiere devolvernos a la II República en contra de la voluntad de los españoles e ignorando cuanto se ha conseguido con el olvido y la colaboración de todos.
El «dictador Rodríguez» –admirador y amigo de los demás dictadores del mundo– deberá ser llamado así desde ahora.
La dictadura ha vuelto, pero ahora es peor, antes llegó para defender a España y ahora es contra ella y todos cuantos nos sentimos españoles.