01 marzo 2010
ZP y los piratas - II
El Presidente Pinball, dando bandazos y
recibiendo bofetadas de todas partes.
EL GRAN NEGOCIO
Cuenta el diario económico CincoDías que la empresa armadora del "Alakrana" –Echebastar Fleet– depositó el pasado mes de marzo en el Registro Mercantil de Vizcaya el balance 2008 y tal como se desprende del mismo, logró facturar el año pasado 30 millones de euros y arrojó unos beneficios netos de 5,8 millones (cerca de mil millones de pesetas limpias de polvo y paja), un 298% más que el año anterior.
En su memoria anual, se decía textualmente que "Por otro lado, el problema de la piratería continúa con igual o más virulencia y los riesgos de ataques a nuestra flota siguen preocupándonos enormemente".
Es evidente que los armadores conocían los riesgos que corrían saliendo de la zona de seguridad pero también conocían los precedentes sentados por el anterior secuestro del "Playa de Bakio", según parece resuelto con dinero español, así que no dudaron en faenar en aguas desprotegidas porque los beneficios compensaban el riesgo ya que contaban con el "Gobierno" vasco detrás de ellos para obligar al español. En otro caso nadie hubiera tomado una decisión de tan alto riesgo.
La codicia no se para en barras ni da puntada sin hilos. Sabían perfectamente que 36 tripulantes en manos de los piratas obligarían al "Gobierno" español a intervenir para resolver la situación cuanto antes y muy posiblemente, también sabían que el "Gobierno" vasco presionaría y utilizaría el chantaje habitual para que así fuera. Quizás eso explica la actitud nazionalista de los familiares una vez obtenido lo que querían. Y es que del entorno etarra se aprende mucho.
Pobres los empresarios que no tengan detrás a ningún socio de ZP. La hipócrita oficial de turno habría dicho que se trataba de un tema donde no tenían jurisdicción, que se trataba de una empresa privada, que el barco no estaba al amparo de la bandera española y mil argumentos más para echar balones fuera, en lo que son especialistas.
Mientras de una forma u otra los españoles pagamos, sean rescates o fragatas, los beneficios de esa pesca exhaustiva que enriquecen al sector pesquero vasco se los quedan ellos, pero cuando hay pérdidas derivadas de su avaricia pretenden que los gastos –incluidos rescates y fragatas– los paguemos nosotros, esos mismos españoles que desprecian.
Si se salen de la zona de protección marítima, que apechuguen con las consecuencias de sus actos. Que paguen y los traigan pero que incauten bienes –barcos y otros– para responder de los perjuicios originados por su irresponsable, egoísta y desvergonzada actitud. O mejor, que sea el "Gobierno" vasco quien se haga cargo de todo en lugar de permanecer en la sombra.
Que paguen ellos mejor que nosotros. Empresarios que no dudan en poner en peligro la vida de sus trabajadores para mejorar sus beneficios, aunque sea con la promesa de un mejor salario, son gentes sin escrúpulos y no merecen que nosotros paguemos por ellos aunque sea con una hora de sueño de nuestros soldados y marineros.
Con esta gente ya sólo nos quedaba pagar la cama y por desgracia lo estamos haciendo.
LOS ILEGALES
Si la ley es para todos y no sólo para los piratas somalíes, que sea nuestro "Gobierno" el primero en cumplirla y actúe en consecuencia incautando y confiscando los pesqueros infractores con matrícula de conveniencia –española– que utilizan para exigir protección y pronto pago del rescate si son apresados –enarbolando la ikurriña– pero que una vez a salvo reniegan de lo español. Con ello no sólo resarcirían a los españoles del costo originado por su codicia –la odiada Armada española a su servicio– sino de las infracciones y ofensas cometidas al navegar bajo un pabellón secesionista y enemigo de España.
En el momento de su apresamiento, el "Alakrana" no era un buque español al no enarbolar la bandera de su país de registro. El derecho marítimo internacional establece el derecho a navegar en alta mar de los buques que enarbolen la bandera del estado al que pertenecen, aclarando que el vinculo que liga al buque y Estado se exterioriza con la bandera y se concreta jurídicamente con la nacionalidad del buque y en caso de que un buque navegue sin llevar enarbolada la bandera que le corresponde, la ley considera ese barco como un buque sin nacionalidad, lo que implica que la autoridad marítima de cualquier país está facultada para interceptar, inspeccionar y retener dicho buque para que responda de las consecuencias de sus actos.
Por otro lado, para evitar que haya buques sin pabellón (responsabilidades) se determina que ha de existir una relación autentica entre el estado y el buque. Así, cuando un buque deja de utilizar voluntariamente la bandera del estado para enarbolar la de otra nacionalidad, queda roto dicho vínculo y ha sido en ese momento cuando el "Alakrana" –y antes el "Playa de Bakio"– fue apresado por los piratas locales. Dicho vínculo se reanuda en fraude de ley antes de entrar en puerto español para tener acceso a todas las ventajas administrativas, técnicas y sociales del estado español al que repudian mientras se encuentran en navegación, lejos de su control.
El primer caso conocido de tal conducta sucedió en abril de 2008, cuando el atunero 'Playa de Bakio' navegaba en aguas cercanas a Somalia y fue secuestrado mientras navegaba como un buque pirata por no llevar enarbolada la bandera del país soberano, según establece la normativa internacional en vigor suscrita por España. En concreto, el artículo 92 del convenio internacional del Derecho del Mar, dice que “todo buque navegará bajo pabellón de un solo estado y quedará bajo la protección de dicho estado que deberá garantizar su seguridad en alta mar”. Pese a que el estado español no tenía obligación de protegerlo, el 'Playa de Bakio' estuvo apoyado por la Armada española, que envió una fragata a la zona, y se especula con que se pagó el rescate de los tripulantes.
La realidad es que el "Alakrana" es más ilegal que los piratas capturados, a quienes todavía cabe la posibilidad de darles papeles como a tantos otros golfos y hacerlos ciudadanos españoles, cosa que no somos capaces de conseguir con los vascos.
recibiendo bofetadas de todas partes.
EL GRAN NEGOCIO
Cuenta el diario económico CincoDías que la empresa armadora del "Alakrana" –Echebastar Fleet– depositó el pasado mes de marzo en el Registro Mercantil de Vizcaya el balance 2008 y tal como se desprende del mismo, logró facturar el año pasado 30 millones de euros y arrojó unos beneficios netos de 5,8 millones (cerca de mil millones de pesetas limpias de polvo y paja), un 298% más que el año anterior.
En su memoria anual, se decía textualmente que "Por otro lado, el problema de la piratería continúa con igual o más virulencia y los riesgos de ataques a nuestra flota siguen preocupándonos enormemente".
Es evidente que los armadores conocían los riesgos que corrían saliendo de la zona de seguridad pero también conocían los precedentes sentados por el anterior secuestro del "Playa de Bakio", según parece resuelto con dinero español, así que no dudaron en faenar en aguas desprotegidas porque los beneficios compensaban el riesgo ya que contaban con el "Gobierno" vasco detrás de ellos para obligar al español. En otro caso nadie hubiera tomado una decisión de tan alto riesgo.
La codicia no se para en barras ni da puntada sin hilos. Sabían perfectamente que 36 tripulantes en manos de los piratas obligarían al "Gobierno" español a intervenir para resolver la situación cuanto antes y muy posiblemente, también sabían que el "Gobierno" vasco presionaría y utilizaría el chantaje habitual para que así fuera. Quizás eso explica la actitud nazionalista de los familiares una vez obtenido lo que querían. Y es que del entorno etarra se aprende mucho.
Pobres los empresarios que no tengan detrás a ningún socio de ZP. La hipócrita oficial de turno habría dicho que se trataba de un tema donde no tenían jurisdicción, que se trataba de una empresa privada, que el barco no estaba al amparo de la bandera española y mil argumentos más para echar balones fuera, en lo que son especialistas.
Mientras de una forma u otra los españoles pagamos, sean rescates o fragatas, los beneficios de esa pesca exhaustiva que enriquecen al sector pesquero vasco se los quedan ellos, pero cuando hay pérdidas derivadas de su avaricia pretenden que los gastos –incluidos rescates y fragatas– los paguemos nosotros, esos mismos españoles que desprecian.
Si se salen de la zona de protección marítima, que apechuguen con las consecuencias de sus actos. Que paguen y los traigan pero que incauten bienes –barcos y otros– para responder de los perjuicios originados por su irresponsable, egoísta y desvergonzada actitud. O mejor, que sea el "Gobierno" vasco quien se haga cargo de todo en lugar de permanecer en la sombra.
Que paguen ellos mejor que nosotros. Empresarios que no dudan en poner en peligro la vida de sus trabajadores para mejorar sus beneficios, aunque sea con la promesa de un mejor salario, son gentes sin escrúpulos y no merecen que nosotros paguemos por ellos aunque sea con una hora de sueño de nuestros soldados y marineros.
Con esta gente ya sólo nos quedaba pagar la cama y por desgracia lo estamos haciendo.
LOS ILEGALES
Si la ley es para todos y no sólo para los piratas somalíes, que sea nuestro "Gobierno" el primero en cumplirla y actúe en consecuencia incautando y confiscando los pesqueros infractores con matrícula de conveniencia –española– que utilizan para exigir protección y pronto pago del rescate si son apresados –enarbolando la ikurriña– pero que una vez a salvo reniegan de lo español. Con ello no sólo resarcirían a los españoles del costo originado por su codicia –la odiada Armada española a su servicio– sino de las infracciones y ofensas cometidas al navegar bajo un pabellón secesionista y enemigo de España.
En el momento de su apresamiento, el "Alakrana" no era un buque español al no enarbolar la bandera de su país de registro. El derecho marítimo internacional establece el derecho a navegar en alta mar de los buques que enarbolen la bandera del estado al que pertenecen, aclarando que el vinculo que liga al buque y Estado se exterioriza con la bandera y se concreta jurídicamente con la nacionalidad del buque y en caso de que un buque navegue sin llevar enarbolada la bandera que le corresponde, la ley considera ese barco como un buque sin nacionalidad, lo que implica que la autoridad marítima de cualquier país está facultada para interceptar, inspeccionar y retener dicho buque para que responda de las consecuencias de sus actos.
Por otro lado, para evitar que haya buques sin pabellón (responsabilidades) se determina que ha de existir una relación autentica entre el estado y el buque. Así, cuando un buque deja de utilizar voluntariamente la bandera del estado para enarbolar la de otra nacionalidad, queda roto dicho vínculo y ha sido en ese momento cuando el "Alakrana" –y antes el "Playa de Bakio"– fue apresado por los piratas locales. Dicho vínculo se reanuda en fraude de ley antes de entrar en puerto español para tener acceso a todas las ventajas administrativas, técnicas y sociales del estado español al que repudian mientras se encuentran en navegación, lejos de su control.
El primer caso conocido de tal conducta sucedió en abril de 2008, cuando el atunero 'Playa de Bakio' navegaba en aguas cercanas a Somalia y fue secuestrado mientras navegaba como un buque pirata por no llevar enarbolada la bandera del país soberano, según establece la normativa internacional en vigor suscrita por España. En concreto, el artículo 92 del convenio internacional del Derecho del Mar, dice que “todo buque navegará bajo pabellón de un solo estado y quedará bajo la protección de dicho estado que deberá garantizar su seguridad en alta mar”. Pese a que el estado español no tenía obligación de protegerlo, el 'Playa de Bakio' estuvo apoyado por la Armada española, que envió una fragata a la zona, y se especula con que se pagó el rescate de los tripulantes.
La realidad es que el "Alakrana" es más ilegal que los piratas capturados, a quienes todavía cabe la posibilidad de darles papeles como a tantos otros golfos y hacerlos ciudadanos españoles, cosa que no somos capaces de conseguir con los vascos.
